Faltan contenedores refrigerados, otro problema para la carne de exportación

Faltan contenedores refrigerados, otro problema para la carne de exportación

Los llamados reefers, que tienen un motor que mantiene el frío, escasean en el mercado.
Otra vez la carne está en la tapa de los diarios. Estamos habituados, como buen país exportador de alimentos, a que la exportación de carne –producto protagónico en la historia del comercio exterior de nuestro país- sea noticia. La apertura y cierre del grifo de las exportaciones –cuota Hilton mediante- es algo que viene sucediendo en forma continúa en los últimos años.

Pero, de un tiempo a esta parte, la exportación de carne, que representa de acuerdo a números de 2020 divisas por US$3043 millones, se ha encontrado con otra traba, en este caso no relacionada con políticas de Estado: se trata de la falta de contenedores refrigerados, o refeer, que se requieren para enviar este producto al exterior.

El contenedor reefer se destaca por estar equipado con un motor refrigerador, que permite el transporte de mercancías perecederas o sensibles a las temperaturas del entorno. Además de la carne, se usa para verduras, lácteos, frutas y productos farmacéuticos, entre otros. En la exportación de carne se requiere sí o sí este tipo de contenedores, que está escaseando no solo en nuestro país sino en el mundo entero. Las razones de esta faltante no son tan claras, aunque hay algunas respuestas posibles.

Una de ellas tiene que ver con el Covid. A modo de ejemplo, el puerto de Xingang, en China, frenó hace un tiempo el uso de contenedores reefer debido a que la aduana estaba analizando en forma meticulosa cargamentos de alimentos para detectar el virus (de hecho, hace algunos meses, lo encontraron en cargamento de carne).

Se suman a las razones, la congestión sufrida en el puerto de Felixstowe a finales del año pasado, como así también el más reciente caso en el Canal de Suez con una impresionante cantidad de buques y contenedores frenados varios días. Más allá de los acontecimientos y el contexto, la falta de reefers no es un problema nuevo, sino algo que venimos padeciendo hace 6 o 7 años.

Las principales navieras pasaron volúmenes enormes de bananas, entre otros productos, de buques de bodega a contenedor. Una de las líneas referentes en cargas refrigeradas, por caso, lleva 450 reefers por semana desde Centroamérica a Europa, un volumen que antes se transportaba 100% en bodega.